3 /5
Valoración media
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Lugar muy exclusivo junto a la Muralla de la Macarena. Estuvimos en Semana Santa y la carta era específica para esa fecha. Platos sevillanos con un toque de diseño, donde las carnes se llevan la palma en sabor y presentación. Muy escueta las posibilidades de probar pescado. Las espinacas y el revuelto de alcachofas con excesivo aceite. Los camareros son excesivamente jóvenes y sin experiencia, aunque estén atentos, les falta rodaje para un lugar orientado de esta manera