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Valoración media
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Lo encontramos por casualidad, estacionado en la carretera y subimos al restaurante, el restaurante en sí, es normal, de la ciudad. Cuando entramos, estaba lleno de gente mayor haciendo la parte al dominó, estábamos sentados en un gran salón, y nos dijeron que esperáramos. No sabíamos que íbamos a cenar, estábamos hambrientos, una mujer maravillosa, bastante pequeña nos asistió, nos ofreció un menú, nos goteamos y le dijimos que sí. Elegí la primera sopa, y mi ensalada churri, y en cambio, nos trajo un gran trasero lleno de sopa, nos puso dos platos soperos (uno a cada uno, y nos dijo que comiéramos las dos sopa, que ya trajeron la ensalada) entonces nos trajo una ensalada, por dos, y segundo una fuente enorme, con patatas fritas, salchichas, jamón al granero,