1 /5
Valoración media
★
Queríamos tener un vino mientras dábamos el puré a nuestro hijo, algo que tomamos unos diez minutos. Durante todo ese tiempo, rostros malos, mala mirada, comentarios y protestas nos humillan en voz alta frente a los otros clientes, que literalmente alucinaron, quejas sobre tener que retirar dos servicios de la mesa, etc. era inenarrable la falta de tacto, profesionalidad y discreción de estas personas que nos trataron de manera tan derogatoria por dar a nuestro niño comida mientras pasaba a una de las tardes. bar incomprensible, vexante de todos modos, lo que un par de morones de libros dirían. La restauración tiene poco futuro con gente como este, y lo que es para nosotros, nadie de nuestros conocidos será jamás recomendado.