2 /5
Valoración media
★
★
We went because its decoration caught our attention but the truth is that we left quite disappointed. It took us 3 hours in total to eat dinner without even ordering dessert. We had made a prior reservation. They took half an hour to take our order and at 10:30 pm they had neither sushi nor salmon tartare left. So we ordered the dumplings, which were good, some correct noodles and a steak tartare, which took almost 45 minutes to serve... with an excess of mustard flavor. One thing that caught our attention was that each dish was served to us by a different person, so when this last dish was delayed and several waiters passed by, no one paid any attention to us. Finally, the waiter who apparently belonged to us appeared and apologized for the delay. We were disappointed by the uncertainty of whether they were going to serve us or not and really after so much waiting we were expecting a dish that would compensate for that time invested... it was not like that. Another thing that bothered us a lot is that they didn't change our dishes (I'm attaching photos where you can see how we are with the remains of the sauce from the noodles and they had brought us the tartare). It's a shame because with better service the experience would have been totally different since they have a great place, but... the waiting time for each dish and the incoordination of the staff has left a bad taste in our mouths. (Original) Fuimos porque nos llamó la atención su decoración pero la verdad que salimos bastante decepcionados. Tardamos 3 horas en total en cenar sin tan siquiera pedir postre. Habíamos hecho reserva previa. En tomarnos nota tardaron media hora y nos les quedaba a las 22.30 de la noche ni sushi ni tartar de salmón. Pedimos pues las empanadillas, que estaban bien, unos noodles correctos y un steak tartar, que tardaron casi 45 de reloj en servir... con exceso sabor a mostaza. Una cosa que nos llamó mucho la atención es que cada plato nos lo sirvió una persona diferente, por lo que al retrasarse éste último plato y pasar varios camareros nadie quedó pendiente de nosotros. Finalmente apareció el camarero que al parecer nos correspondía y nos pidió disculpas por la tardanza. Quedamos decepcionados por la incertidumbre de si nos iban a servir o no y realmente después de tanta espera nos esperábamos un plato que compensase ese tiempo invertido... no fue así. Otra cosa que nos disgustó bastante es que no nos cambiaron los platos (adjunto fotos en las que podéis apreciar como estamos con restos de la salsa de los noodles y nos habían traído el tartar). Es una pena porque con un mejor servicio la experiencia hubiese sido totalmente diferente ya que disponen de un local estupendo, pero... el tiempo de espera en cada plato y la incoordinacion del personal nos ha dejado mal sabor de boca.