este lugar, no demasiado grande, pero con un encanto muy especial nos recibe con una ventana de cristal manchada en la que parece una muñeca que reproduce el famoso muelle carlos “El Rey de las Tartas”. Es realmente notable ver la inmensa cantidad de fotografías que cubren las paredes de este casi otro moeo de los que fueron recibidos como maestro pastel en París donde se pueden encontrar fotos del rey don juan carlos y el sueño doña, de presidentes, actores, escritores, novelistas, premios de literatura nobel, profesores universitarios, jugadores de tenis, actores, actrices, figuras famosas de arte y canción. El aroma de caramelo, almendras y confecciones hace que el lugar sea un espacio muy acogedor, de noches de invierno frente al fuego con una taza de chocolate y un pedazo de tarta de fruta, ese chocolate muy grueso que mi padre solía hacer cuando era pequeño, ese chocolate en el que la cuchara estaba en el centro de la taza, y acompañamos con vainilla o unos vasos ricos atados con mermelada casera. Escribo en la hora del té y me detengo aquí porque los que me leen querrán dejar lo que están haciendo para mirar la nevera.