Estaba frente a la casa pasando y no podía elegir un lugar mejor para pasar ese tiempo. Nos pusieron un dulce muy rico y muy interesante. lo que más conseguí fue el tratamiento del personal, que era muy amable y nos aconsejó sobre la pastelería y la gastronomía malgache. Además, está en una hermosa y céntrica zona entre monumentos, por lo que sacar algo es bastante agradable.