3 estrellas generosas. La cocina es excelente. el menú del vino, especialmente el espumoso, maravilloso. un poco alto precio pero muy bien diseñado, pero grande pero. Servicio desastroso. Sólo unos pocos. sólo una persona que asiste el viernes al mediodía una gran terraza. amistoso pero inapropiado. Y muy lento. No toma los platos ni las botellas de las olas cada vez, de vez en cuando, viene a vernos en las mesas de la terraza para traer algo. el vino tinto, de 25€ botella, caliente. llega después de las croquetas (tarde.) tienes que pedir hielo para enfriar, que finalmente viene, pero se toma el tuyo. lo mismo que el servicio de pan que llega, después de reclamarlo más de una vez (y cargarlo a 3,50€/pax) después del resto de la entrada. Luego llega un compañero para servir las copas de la tarde y la segunda ronda de seis personas nos dice que tiene que servirnos en los mismos vasos porque no tiene más vasos al final de 65€ y mucha paciencia. Sólo deseo que el cocinero, así como trabajar, busque otro lugar donde haya un servicio de acuerdo a su nivel gastronómico. donde está ahora, le están haciendo un favor delgado. como importante es el servicio al cliente como una buena cocina.
