Estábamos en abril de 2014 , buscamos un lugar para comer con la chica, mi marido y yo, un poco tranquilo y no la franquicia típica de la comida que abunda tanto allí. Ya estábamos cansados de buscar comida normal, comida castellana y nos parecíamos bastante buenos. El secreto ibérico era desbriefing, muy bueno y los frijoles también. El camarero muy agradable y agradable. Gracias.