Puede ser la mejor cena de mi vida. el sitio es espectacular, tiene mucho encanto y una estética muy cuidadosa. Comenzamos con un delicioso cóctel, que fue recomendado por el barman mamadou, su trato era inmejorable y nos pidió gotas y vino en su totalidad. Luego vino enriquecendo a la persona que nos guió para este viaje, con una sonrisa siempre y un trato exquisito, nos estaba explicando y aconsejando en todo momento. un gran profesional. Probamos el infinito de platos, todo bien. destacando el bogavante a la brasa y el mejor bacalao que he probado, increíble. un diez en todo vale mucho!