Lugar súper bonito y amplio, muy cuidado y con todas las medidas de seguridad. La comida buenísima y, lo mejor de todo, la amabilidad del personal que en todo momento estuvo pendiente de q todo estuviera perfecto.Conocen el tema de la celiaquia y tienen detalles q se agradecen mucho como disponer de rosquillas sin gluten para hacer una marinera, tarta de queso también sin gluten, pan para celíacos..Merece mucho la pena y, por supuesto, volveremos.