Uno de los restaurantes favoritos en Valencia. El tratamiento de sus propietarios es excepcional, se ocupan de cada detalle y su máxima es tener un cliente satisfecho. La comida es muy casera pero de una calidad incomparable. Los entreos son muy generosos y deliciosos. Los camareros conocen el menú variado por el corazón y siempre recomiendan lo mejor. Los postres son extraordinarios y siempre lo consigues. Le dan un gusto más como cortesía de la casa. Si estás teniendo un cumpleaños, siempre tienen una sorpresa en la manga. Como dije al principio, es uno de mis lugares favoritos para comer con amigos o familia. Recomiendo hacer una reserva antes de ir, porque siempre permanece hasta la bandera.