Han cambiado de dueño. Ahora tiene una familia china. Es muy limpio, están muy atentos. han cambiado las mesas de la terraza, son un poco más grande y más alto, es estar agradecido ya que en los anteriores los lumbares terminaron muy resentido. Tienen una carta para todas las gotas. Cena de tapas muy recomendable. Lo único negativo que veo es el baño de mujeres, no hay gel de lavsmane ni papel seco, por no mencionar que es como una especie de almacén donde los cubos, mochos, etc. están a un precio muy razonable.