en el centro de vitoria, con 2 terrazas, una tranquila hacia la catedral y otra a una plaza con otros bares. Usted puede decidir si comer en cualquiera de ellos con la comodidad del espacio libre alrededor o dentro del restaurante. por si fuera poco, el muy amable y atento camarero, que es muy agradecido. En cuanto a la comida, había un menú de 15€ entre semana y 18€ el hallazgo, con un aspecto espectacular. Pero nos hemos tirado a las hamburguesas, cerrando, como dicen que son especialidad. ¡Volveremos sin duda cuando nos toques para visitar esta hermosa ciudad de nuevo!