Íbamos camino de Valencia y paramos a comer por casualidad y nos llevamos una grata sorpresa! El camarero , uno jovencito, muy majo y agradable, la comida espectacular. Los bocadillos increíbles de grandes y rellenos,! Así que a la vuelta, volvimos a parar para comer y todo genial otra vez! Si estamos cerca, volveremos! Las camareras, super majas! Ambiente joven !