can fabes tiene la distinción de haber sido el primer restaurante catalán para lograr las tres estrellas Micheln deseadas y el segundo en el territorio español, despus de arzak. He comido cinco veces en este lugar, el primero de ellos cuando un no era completamente conocido y Slo disfrutaba de una estrella, así que puedo decir que he estado siguiendo su evolución. Actualmente es el mascarn de proa de un pequeño imperio forjado por su chef, santi santamara, un cocinero autodidacta que nunca ha trabajado en un establecimiento que no es su restaurante se encuentra en el centro de sant celoani, en una zona sin turstico demasiado atractivo. Para entendernos, han sido fabes y santi santamara que han puesto celos sant en el mapa el local es un viejo adosado. puede las famas comienzan como un restaurante exiguo y ha estado adjuntando dependencias a medida que subió posiciones en el ranking mundial de restauración. Aunque todo se cuida del milímetro, como corresponde a tres estrellas, la atmósfera nunca ha sido el plato principal de este restaurante. lo que siempre ha importado aquí es que la comida de Santamara ha tenido el derecho de combinar la cocina creativa mientras comienza a extenderse de la franja sin perder tan razas, que son las de su gente y los ingredientes que se utilizan tradicionalmente en la cocina local, especialmente los hongos. que nadie espera maravillas técnicas en el estilo de ferrn adri. En sí se puede desvanecer el tradicional se ha enriquecido con las nuevas técnicas y propuestas gastronómicas, pero no eclipsado por ellos del resto, todo es predecible: come de lujo, la carta de vino pesa varios kilos y los precios según su fama. En un restaurante de esta categoría usted no comerá: experimentará experiencias notaris que he puesto fotos slo del exterior, pero es que en un lugar donde usted co-decora con políticos o artistas de cine, yo no quito la cámara o broma. Recuerdo comer en el restaurante del bocuse, un par de japoneses que teníamos en la mesa al lado de ella se tomaron fotos con el creador de la cocina nouvelle. Nunca he gastado más de los vergenos de la otra gente que los interiores que tienes que imaginar, y si tienes una cartera bien llena y/o un afn inconmensurable de nuevas experiencias puedes comprobarlo tú mismo. Vale la pena.
