Es un lugar sin duda histórico pero bien conservado. No esperes modernidades porque es de decoración tradicional. Pero limpio, el personal de En recepción Carmen una maravilla y en el desayuno rafa y su compañera, impagables. Atención máxima al comensal, atentos, educados y rapidez en Todas las peticiones. El desayuno buffet vale la pena. Las camas comodísimas.. Si que es verdad que la Acustica no acompaña, pero es lógico por la antigüedad del edificio. Relación calidad precio con otros hoteles de la zona, para repetir. En Logroño capital mucho más caro y nada que ver