Excelente restaurante con comida casera y de la zona, de buena calidad. Precios moderados y cantidad más que suficiente en los platos. Los postres caseros especialmente ricos. El servicio, amable y atento. Cuenta además con una terraza exterior con un pequeño recinto de aves que mantiene a los pequeños de los más entretenidos. En total, comimos familias de miembros y una de por algo menos de euros por familia.