Hace tiempo que no estoy en un restaurante. Ir a un restaurante no es sólo comer. es conocer el origen, el por los platos, de los sabores y la composición. He disfrutado de cada plato con un precio de relación de calidad excelente. Salva no ha sido un “esperador” sino un anfitrión, se observa que disfruta de lo que hace, así como de su hermano en la cocina, es una familia y un equipo muy competente, bien construido y con amplia experiencia. ha sido una sinfonía de sabores en manos de profesionales. No puedo decir más por 26€ por persona. Muchas gracias.