La comida estaba bien, a secas. El problema es que no te mandan las facturas, si vas de negocios definitivamente no recomiendo este lugar. Además, no contestan los teléfonos, después de más de 10 llamadas, no hay manera de localizarlos. Otra cosa, solo había dos mesas en el restaurante, y se tardaron muchísimo en entrega; los meseros se veían apurados y estresados, no se entiende porque, ya que había poca gente.