deslumbrante y acogedor es la sensación que te rodea cuando entras en el establecimiento. una decoración ambientada en una época anterior, probablemente mucho más pausada, cuando la vida estaba a una velocidad diferente; la decoración que lejos de ser abrumada o recargada, te hace sentir como en la silla frente a la chimenea en casa. en cuanto al producto, el gusto, exquisito. con los chocolates. (Madre, naranja. espectacular, las infoiones y cafés, también de lujo. para comer, nunca hemos comido, así que pensar que no puedo. lo que más se puede pedir; la ubicación, por otro lado, es también muy buena - en el centro peatonal de San cristóbal de la laguna- y el servicio, los tiempos en los que hemos sido, también muy correctos y amistosos. Parada indispensable si caminas por la zona.