Fuimos a celebrar el cumpleaños de mi amiga Eli, y en el Kumharas se nos pasaron las horas sin darnos cuenta. Por el tema COVID, no bailamos todo lo que nos hubiera gustado, pero disfrutamos del ambiente en el lugar privilegiado que tienen a pie de playa. Comimos estupendamente. El servicio au top nos tocó una camarera muy simpática y eficaz. Conocimos al encargado, Rubén, que nos mimó mucho sin conocernos de nada Rubén, pusiste la guinda al pastel para regalarnos una velada mágica. Mil gracias.Sin duda, la próxima vez que vuelva a Ibiza,pasaré de nuevo por allí