Estábamos por la zona y al ver su carta, con la gran variedad de platos nos decidimos a probar. Restaurante a pie de carretera con parking propio, de muy fácil acceso y bien situado. Dispone de una preciosa terraza que aquel día por la lluvia se deslucía un poco, pero seguro que un día de sol o por la noche, es perfecta. Nada más entrar, te das cuenta de que es un sitio diferente, es como entrar en casa!! Es muy acogedor. Está decorado con muy buen gusto, transmitiendo relax y buen rollo todo el tiempo.