un sitio de lo habitual, comenzó siendo un bar/restaurante de barrio y hoy mantienen su antigua ubicación, pero con una reforma del local con un aire medieval espectacular. destacar de su cocina la tortilla con almejas, una gran tortilla de patatas servidas en la fuente de barro, sobre la cual las almejas vuelan en salsa. Es un plato único y peculiar que no dejará a nadie indiferente. por lo que las carnes siempre exquisitas, y las innovaciones de la carta como el pan de bao, su brioche casero con panceta o las diferentes patatas o langostas son un éxito. uno de los lugares que siempre están limpios, vista cocina limpia y gran atención. corren por la misma familia para siempre. destacan postres, casero, grandes pasteles con porciones muy generosas, vale la pena dejar espacio en el estómago! ¡Buen beneficio!