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Reseña
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Si puedes, consigue una mesa afuera. De esa manera puedes disfrutar de tu comida mientras contemplas el puente y/o antes de que llegue tu comida, la oportunidad de pasear por los restos del barrio judío de la ciudad. (A menos de 50 pies de distancia) De cualquier manera, no te arrepentirás de tomarte un momento para disfrutar de este lugar. No tiene un menú muy grande; tuvimos bocadillos de jamón y queso, chocolate caliente (de verdad chocolate oscuro), muffins y café con leche y eso fue todo el menú (prácticamente). Pero, para un bocado rápido para satisfacer a los niños inquietos y hambrientos, este lugar fue una joya. Nota: el café no acepta tarjetas de crédito.