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Reseña
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Llegamos por casualidad, buscando algo donde comer sin muchas esperanzas, y dimos con este restaurante. Al principio no tenía muchas expectativas, pero al ver el comedor lleno y los demás bares vacíos cerca, decidimos quedarnos y acertamos. El menú costaba 11,50 € e incluía primer plato, segundo plato, pan, bebida y postre, con comida típica y casera. La comida estaba deliciosa y se notaba la habilidad en la cocina. La señora mayor que nos atendió, quien parece ser la dueña, fue muy amable y nos trató de forma excelente en un ambiente familiar. Llegamos tarde y algunos platos ya no estaban disponibles, pero los canelones y el tumbet estaban espectaculares. En mi opinión, un 10 en todo. Volve...