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Reseña
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El restaurante se encuentra en una ubicación maravillosa para disfrutar de un hermoso paisaje de Gijón. Pedimos calamares frescos que estaban deliciosos y un cachopo para compartir. Ya estés acostumbrado a la comida asturiana o no, puedo decirte que cuando espero un cachopo, espero algo tradicional y más grande, por lo que me sorprendió la innovación de la piña. Todo estaba muy sabroso, pero bastante pequeño. Lo que finalmente arruinó la noche fue que pedimos un postre y nos cobraron por 3. Cuando notamos el error, se lo dijimos al camarero y la cuenta volvió a estar mal, sospechosamente a favor de la casa. Puede pasar una vez, pero dos veces creo que están desafiando mi inteligencia.