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Reseña
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Después de una gran decepción en La Traviata, al regresar después de un año y descubrir que el kebab era más salsa que relleno, decidí acercarme a este lugar en busca de un kebab simple de esos que te reconfortan el alma cuando estás triste. Al entrar, fui abordado por un empleado preguntándome por mi elección. Yo, siendo una persona sencilla, pedí el menú kebab simple y barato con una Coca-Cola y carne de ternera (es mejor que la de pollo y de aquí no me bajan). La primera sorpresa que me llevé fue la cantidad de papas que me sirvieron, que puede ser que esté mal acostumbrado en mi tierra, pero me parecieron pocas. Aun así, estaban sabrosas. Luego el kebab. La carne no estaba cortada fina,...