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Reseña
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En principio, es un restaurante pequeño y muy acogedor. El personal está compuesto por un camarero mayor y una joven camarera llena de curvas muy bonitas. Optamos por el menú de fin de semana, que incluye arroz cremoso con boletus, que merece un premio. También probamos cintas de pasta carbonara con queso, deliciosas... y unos espárragos muy decentes. El pan caliente como recién hecho, delicioso. La chica pide un plato combinado, que es más que suficiente, como se puede ver en las fotos. Los segundos estaban compuestos por un entrecot de primera calidad que estaba muy fresco y perfectamente cocinado a la perfección. Y unas costillas de cordero muy sabrosas con guarnición. El servicio merece...