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Reseña
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La comida es genial y la relación calidad-precio está bien, pero vamos, el servicio es pésimo y lleva siendo así desde siempre. El personal es bastante desagradable en general, tardan muchísimo en servir, no tienen buen trato en cuanto a amabilidad y simpatía y el ruido de platos y vasos es sencillamente insoportable, se dedican a tirarlos adrede en el fregadero dando golpes y más golpes que parecen ser adrede para molestar, o un pique entre las personas que friegan para ver quién hace más ruido. Eso sí, los platos y vasos son buenísimos porque con esos golpes que les meten y no se rompe ni uno, increíble… necesitan mejorar en atendimiento y optimización del servicio porque al menos yo, deja...