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Reseña
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En un episodio de disfrutar de una agradable velada de turismo, dimos por casualidad con este lugar... Nos encandiló tanto la carta que obviamos el objetivo original, visitar la ciudad. En resumen, la comida bien, no se te saltan las lágrimas (con las empanadas sí, 100% recomendables), pero las raciones compensan. Precios más que razonables, salvo en los postres, poca variedad y para bolsillos selectos. Sobre todo dar un 10 a los camareros. No puede decirse que estuviéramos muy finos en nuestro civismo y buen estar en la mesa (matizar que nuestro trato hacia ellos siempre fue correcto y educado)... Pero en todo momento mantuvieron la calma y la sonrisa, no perdieron la profesionalidad, aunqu...