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Reseña
★
Nada más llegar, tuvimos un camarero simpático. No tenían menú en QR ni carta, por el COVID, claro, y nos dijo que miráramos en la página web. Le comentamos si podría recomendarnos algo, pero apenas nos prestó atención, así que decidimos mirar en la web. No fue capaz de aconsejarnos, aunque sí parecía aconsejar a los que eran del mismo pueblo. Curioso. Pedimos patatas bravas para tres personas, que parecían porciones para un regimiento de niños; estaban congeladas y eran horribles. También pedimos unos crepes de carrillera, que a simple vista parecían tener buena pinta, pero fue un error. Estaban llenos de queso y sin sabor. Y así fue toda la comida. En fin, una experiencia pésima, especialm...