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Reseña
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Estuvimos comiendo aquí a finales de octubre, el sábado de las fiestas del pueblo, dos adultos y un niño. Comimos en el bar, suponemos porque las mesas del restaurante estaban todas reservadas. En cuanto al menú (16€ , el revuelto de hongos era normalito; el arroz caldoso... ¡uf!: era arroz blanco, con algo de caldo y unas chirlas por encima. Los segundos, más bien flojos. Lo mejor, el arroz con leche. El servicio era sumamente lento. Les tuvimos que pedir que, por favor, nos sirvieran el postre y nos cobraran. Los servicios deberían de mejorar. La cadena del váter de caballeros era una cuerda, mojada, que salía de dentro de la cisterna.