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Reseña
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La verdad es que no es el sitio más bonito de Arganda…. Pero la terraza, nada más que por hecho de tener una explanada enorme donde pueden jugar los niños y tenerlos controlado desde la mesa , hay que valorarla mínimo con un 9. Fuimos a tomar el aperitivo nada más . La cerveza congelada, espectacular . El cazón en adobo, casero, buenísimo, ligero, suave. Nuestro camarero, Aitor, maravilloso, ojalá siempre nos atienda el. Por poner alguna pega, que hay que ponerla , debo decir que le faltan los postres caseros.. pero bueno. Tomamos una tarta al whisky, que aunque industrial, nos la han servido al punto exacto de congelación. Volveremos al andén, y con suerte nos atenderá Aitor. Abrazos