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Reseña
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Mi hija y yo comimos aquí antes del teatro el jueves por la noche y ambos quedamos gratamente sorprendidos de lo hermoso que se veía el restaurante por dentro y de lo buena que era la comida. Fueron muy complacientes con todas nuestras solicitudes de cambio de menú debido a mis alergias, y la necesidad de mi hija de sus aros de cebolla con su filete que se derritió en la boca, así de tierno. La presentación de la comida fue lo suficientemente hermosa, mi hija tomó fotos de todo antes de dejarme disfrutar de mi comida, jejeje. La anfitriona fue adorable, y nuestro camarero fue fantástico; muy dulce para los dos. Recomendaría a cualquiera que coma aquí si tiene la oportunidad, y no le importa...