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Reseña
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Me permito denunciar (una vez más) una práctica cada vez más habitual en la restauración y que a los empresarios parece importarles poco. Por el bien de la empresa deberían explicar a sus empleados/as que siempre hay que limpiar las mesas y las sillas antes de servir la comanda. Aunque les pueda resultar extraño, a la clientela no le gusta comer sobre los restos de la mesa anterior, y mucho menos si en ella hay un cenicero lleno de colillas. No debe ser el cliente el que pida al camarero/a que le limpie la mesa cuando ya ha servido en ella parte del pedido. Lo repito: eso es una marranada intolerable. Lo ideal sería que informaran con un cartel que no se ocupen las mesas hasta que estas esté...