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Reseña
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Nos sentamos para almorzar. El mesero (el hombre) vino a nuestra mesa y se dio cuenta de que mi hijo tomó el pequeño balde de metal para el catsup, mayonesa, sal y pimienta. ¡Me dijo, oh no recuerdo haber dado esto! Le dije que sí, que él lo tomó para jugar. ¡Me dijo que no era para jugar en una manera tan grosera! Luego dijo que no quería tener problemas con su jefe. Le dije que solo eran 2 mayonesas y una bolsa de sal y pimienta. Estaba bien. Pero él no lo aceptó. ¡Pues buenas noticias para tu jefe, acaban de perder 60 euros que podríamos haber gastado hoy en su restaurante para nuestro almuerzo y postre para 3 personas solo por tu actitud ridícula nos fuimos! Solo pagamos por las bebidas...