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Reseña
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El típico pueblo gruñero. Si, por ejemplo, pides adobo, viene con una lechuga rígida y un charco de agua que moja todo el pescado y molesta tu plato; Si pides carne con patatas, todo viene con mucho aceite y grasa terrible. Tienen algunas aves pobres colgando por toda la terraza pegadas en jaulas microscópicas. Y como otros comentarios dicen, sirven a clientes regulares primero incluso si llega antes. Precisamente debido a ese aire nostálgico que estos sucios bares nos dan en los que crecimos en las ciudades y que las tapas son baratas, le doy dos estrellas en vez de una, porque merece poco más.