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Reseña
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Hasta hace poco era nuestro bar preferido de Camas, íbamos con frecuencia porque nos gustaba mucho el ambiente, en verano la terracita al fresquito y en invierno el salón con las mega estufas, lo hacían súper acogedor, además con los detalles muy bien cuidados, las mesas y sillas con manteles y fundas de tela le daban un toque muy elegante en pleno campo, al estilo nórdico. La carta exquisita, el pollo frito rebozado con kikos les encantaba a los niños, el salmorejo de remolacha, el pulpo asado (buenísimo), la ensalada con helado de mango, el pescado a la brasa… en fin, todo productos frescos y de buena calidad y con un servicio de camareros muy eficientes, amables y atentos, que hacían de nuestras visitas unas Hace unas semanas quisimos llevar a unos amigos y la decepción fue tremenda, al parecer ha cambiado de dueños… Nos encontramos las mesas y sillas de plástico muy desordenadas en la terraza, ya nos dio mala espina. La música más alta de la cuenta, tipo reggeaton o así, que tampoco nos gustó y la cara de tontos que se nos quedó cuando nos trajeron la carta y comprobamos que se parecía en nada a la última vez que fuimos, todo bastante simplón… Nos levantamos y nos fuimos, ante la sorpresa del camarero que obviamente quedó bastante decepcionado también. Yo creo que están apostando más por la sala de fiestas y ambiente de copas y han dejado al lado la buena cocina, el ambiente acogedor y las mesas elegantes. Una pena. Me pregunto que habrá sido de los anteriores dueños y cocineros, si han montado otro local y dónde…