3 /5
Reseña
★
★
★
Comimos dentro, en el restaurante, arriba. Nos colocaron en una mesa al lado de la ventana con mucho calor. El local no tenía aire acondicionado. Pedimos que nos cambiaran de mesa, y la camarera nos dijo que el clima es así. Insistimos y nos cambiaron. La comida muy bien cocinada, pero una lubina, del mismo tamaño que puedas comprar en el súper por 10€, nos costó 60€. Pensábamos que a este precio, sería algo más, de lo que pudiéramos comprar en casa, pero no. El pulpo, 25€, dos patas como las que compras al vacío en el súper, y poco hechas, casi frías. Pedimos que las pasarán más, y a regañadientes, las pasaron. Así, ya, estaban ricas. Un poco decepcionante. Cuando una comida para dos te cuesta 100€, pides que al menos, lo valga.