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Reseña
★
Un dia que había partido de basquet, coincidió que había de esperar a una persona y decidí quedarme en la terraza de este bar, pedir un refresco y unas bravas. El refresco evidentemente correcto, pero las bravas, estoy seguro que són las peores bravas que recuerdo haber comido. Observé como las hacían; las tenían frías y más que refritas en la cesta de la freidora , calentaron el aceite negro que tenían le dieron un golpe de calor y..... voilà... lo más divertido es que me pareció ver que en la chaquetilla de la persona de cocina ponía Escola Joviat..... Lo siento, pero yo no volveré a pasarme por allá, aquellas patatas eran insalubres i impresentable. Vergüenza ajena