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Reseña
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Cuando entramos parecía un caos, mucha gente, tablas inmundas, un sentimiento de desorden. Compramos sobaos, lazos, palmeras y una quesada de Andral, explico: Los sobaos no valen la pena, son galletas simples, hechas de sobaos, sólo tienen la forma porque saben como galletas (sin sabor de sobado). Los lazos, la pasta de manguitos no tenían un mal gusto, pero la pasta de manguitos no era crujiente, más bien suave y húmedo, y el azúcar tostado encima era inexistente en algunos de ellos. Las palmeras de pastelería eran suaves, nada que ver con otros que hemos intentado en la misma ciudad de Unquera que se arrancan y se rompen como se pican. La quesada pasiega no es mala, pero es notable que es industrial y lejos de otros productos en la zona, la chica que nos asistió para la venta de la quesada era muy agradable, pero en el otro mostrador sólo estaban interesados en vender, vender y vender sin respuesta las preguntas o dudas que teníamos sobre los productos. En mi opinión, no vale la pena comprar ningún producto si quieres comprar algo en buenas condiciones y probar algo típico de Cantabria, es una batalla local.