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Reseña
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Primero: Nos ha faltado el Duende. La guitarra también tuvo algunos problemas y afinaron la guitarra durante las actuaciones de los bailarines. El lugar parece ser un poco comercial, pero tal vez funcione para algunos visitantes… En términos de seguridad, es bastante complicado: cueva abarrotada y los músicos sentados frente a las puertas, para que quepa más gente. Si el espectáculo solo fuera bueno, estaríamos bien muriendo en una cueva de flamenco.