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Reseña
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¡Una experiencia absolutamente fantástica! Llegamos sin avisar y el restaurante aún estaba cerrado para la cena, pero el dueño se desvivió por atendernos a nosotros y a nuestros dos hijos pequeños, que tenían hambre. ¡Los horarios de comida son muy diferentes a los de Europa! Nos prepararon algo de comer, y la verdad es que estaba delicioso. Los sabores eran perfectos y todo estaba fresquísimo. El dueño fue increíblemente amable y acogedor, lo que hizo que la experiencia fuera aún más especial. Es raro encontrar un servicio y una hospitalidad tan buenos, sobre todo cuando no tenían por qué atendernos. Recomiendo muchísimo este lugar; ¡sin duda volveremos!