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Reseña
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Buscábamos un lugar genuino y alejado de todo lo que fuera turismo y nos aconsejaron el bar del mercado, así que terminamos tapeando ahí. El pescado fresco y muy bien preparado, boquerones, calamares, chipirones… lo más flojo la ensalada y el plato de patatas fritas al estilo bravas, osea cuadradas pero sim sal ni ninguna salsa, sin gracia ninguna. El servicio atento y eficiente, muy bien. El ambiente tranquilo, se podía hablar sin la pesadez de música o televisión de fondo.