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Reseña
★
Un trato desagradable desde el primer minuto hasta que nos hicieron irnos. Éramos un grupo de tres parejas casadas con ocho hijos (¿no se acuerda de nosotros ahora, Don Mariano?) con la intención de cenar. Nos sentaron donde pudieron (mesas pequeñas y separadas), a lo que no nos opusimos a pesar de la actitud desagradable de la camarera, quien parecía estar salvándonos la vida al atendernos. En mesas de menos de 1x1 sentaron a cinco de los niños. A los demás, en mesas iguales en parejas o grupos de tres. Comenzamos a pedir, y los niños, con prisa, empezaron a pedir incluso hamburguesas. La camarera, incómoda desde el principio, les dice que primero la bebida. Después de un rato, el Sr. Maria...