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"Cuando eres un excavador, pocas cosas te sorprenden hasta que una tarde te sientas en un parque y admiras lo que tienes frente a ti. En este caso, pasé por la fábrica de harina, un antiguo palacio de más de 100 años en mampostería, donde se puede apreciar el encanto de las ventanas y su coordinación en general. A esto se suma el clima de abril, y las nubes juegan con él, creando una hermosa tarde en la que descubres algo nuevo."
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Cuando eres un excavador, pocas cosas te sorprenden hasta que una tarde te sientas en un parque y admiras lo que tienes frente a ti. En este caso, pasé por la fábrica de harina, un antiguo palacio de más de 100 años en mampostería, donde se puede apreciar el encanto de las ventanas y su coordinación en general. A esto se suma el clima de abril, y las nubes juegan con él, creando una hermosa tarde en la que descubres algo nuevo.
