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Reseña
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Así nos respondió el dueño del restaurante Franky Bar de Pamplona tras esperar una hora a que nos sirvieran la comida. De entrada nadie no atendió a 15 personas con niños incluidos. Cuando le pedimos a una camarera la carta, nos dijo que no podía dárnosla porque esa función está reservada para el jefe y dueño del negocio;pasaron 15 minutos hasta que vino el susodicho nandamás, quien de modo huraño nos las dio. Seguidamente hicimos el pedido con celeridad y tras servirnos la camarera las bebidas, media hora larga más tarde ningún comensal disponía de su cena. Lógicamente, nos dirigimos dos adultos a la barra para preguntar por nuestro pedido, pues llevamos desde las 22:30 sentados y una hora...