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Reseña
★
Por mi trabajo son muchas las veces que tengo que comer en restaurantes de polígonos industriales, pero NUNCA había comido y me habían servido como en este restaurante. Por la mañana con el encargado de la fábrica que visitaba nos acercamos a hacer un bocadillo, mi sorpresa fue ver a una señora rubia con todos los pelos sueltos abocada en la elaboración de bocadillos, un señor en el mostrador que solo hacía que hablar de fútbol y un camarero más perdido que una escoba en un desierto. El bocadillo nada del otro mundo, los hacen a destajo. Para comer fui solo, ya que me dijeron que, a excepción de un casi Michelín, por allí no hay nada excepto chinos. Tal vez de eso se valen. Un menú a 9€ ya e...