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Reseña
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Volamos a Bilbao y queríamos almorzar en el camino hacia donde estábamos en La Rioja. Durante la reserva tuvimos suerte de encontrarnos con el cocinero de habla inglesa, quien se aseguró de que no hubiera barrera idiomática cuando llegáramos al restaurante. Se acercó a la mesa tres veces durante la comida para asegurarse de que estuviéramos bien atendidos. Toda la comida fue deliciosa y digna de llamar al restaurante. Siguiendo la tradición local de compartir todos los platos, ¡incluso nos preparó un filete en dos mitades cocinadas de manera diferente para los dos paladares diferentes! Teniendo en cuenta la vista espectacular y la creación, el maravilloso edificio, el servicio impecable y la...