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Reseña
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Ubicación agradable, servicio rápido, eficaz y amable. La calidad muy buena. Merece la pena. Para aparcar tiene su cosa si vas en días señalados, pero eso ya es lo de menos. Lo mollar del asunto es que se come bien, se bebe bien y te sirven bien. Carnes ricas y bien tratadas, gambas también ricas, cerveza bien fría y postres deliciosos. ¿Qué más se puede pedir? Pues hay más, porque mientras nos ponemos morados en grata compañía, podemos contemplar la colina que alberga los restos de la vieja Itálica, y eso es historia, no en todos sitios puedes hincarte un entrecot de ternera al punto al abrigo de un enclava tan legendario como este. Y eso no tiene precio.